Grappling with delay
An unexpected 18-day delay in a shipment of fresh grapes led to a rise in temperatures and potential damage upon arrival. Despite the cargo’s meticulous stowage and container conditions, the grapes were victims to the threats of maritime transit.
From the vineyards of San Antonio, Chile, to the markets of Shanghai, China, a shipment of fresh grapes embarked on a journey with unexpected challenges. Despite a very well planning and preparation, what began as a routine voyage soon became a test of resilience and negotiation.
As the grapes were carefully packed into containers it seemed to be a timely delivery confirmation. However, an unanticipated 18-day delay interrupted the journey, pushing doubts on the grapes’ condition upon arrival.
There were no visible anomalies in the containers and or the packing of the cargo, but concerns arose as temperature records revealed fluctuations during transit. While efforts were made to maintain optimal conditions, post-discharge temperature increases raised alarms about potential damage to the perishable cargo.
In response to these challenges, a strategic approach was adopted to hold the carrier accountable for the physical deterioration and delay-related losses incurred. Leveraging contractual agreements and industry expertise, negotiations commenced to secure fair compensation for the impacted party.
Acknowledging the uncertainties of maritime commerce, emphasis was placed on the carrier’s obligation to uphold agreed delivery timelines, particularly given the perishable nature of the cargo. Despite the complexities involved, a resolution was achieved, with the carrier offering a partial compensation for the amount claimed.
While the settlement did not fully meet the initial claim, it represented a significant recovery for the aggrieved party. Moreover, the client expressed satisfaction with the agreement, recognizing the useful approach taken to resolve the dispute efficiently. Ultimately, the case served as an example of the importance of adaptability and strategic negotiation.
BARBUSS
Case Study by
Delfina La Grotteria
Claims Handler
Un inesperado retraso de 18 días en un envío de uvas frescas provocó un aumento de las temperaturas y posibles daños a su arribo a puerto. A pesar del meticuloso cuidado de la carga y las condiciones del contenedor, las uvas sufrieronlos embatesdel tránsito marítimo.
Desde los viñedos de San Antonio, Chile, hasta los mercados de Shanghái, en China, un envío de uvas frescas emprendió un viaje con desafíos inesperados. A pesar de una planificación y preparación muy meticulosas, lo que comenzó como un viaje rutinario pronto se convirtió en una prueba de resiliencia y principalmente, negociación.
Todo parecía ok: las uvas cuidadosamente empacadas en contenedores auguraban la oportuna de la entrega en tiempo y forma. Sin embargo, un inesperado retraso de 18 días interrumpió el viaje, sembrando dudas sobre la condición de las uvas a su llegada.
No se observaban anomalías visibles en los contenedores ni en el embalaje de la
carga, pero las preocupaciones surgieron al notar fluctuaciones en los registros de
temperatura durante el tránsito. A pesar de los esfuerzos por mantener condiciones óptimas, la variación de temperatura posteriores a la descarga alertó sobre posibles daños en la carga perecedera.
Ante esta situación. se adoptó un enfoque estratégico para demostrar la responsabilidad del transportista por el deterioro físico y las pérdidas relacionadas con el retraso. Aprovechando los acuerdos contractuales y la experiencia en la industria, comenzaron las negociaciones para asegurar una compensación justa.
Tomando en cuenta las incertidumbres del comercio marítimo, se hizo hincapié en la obligación del transportista de cumplir con los plazos de entrega acordados, especialmente dada la naturaleza perecedera de la carga. A pesar de las complejidades involucradas, se logró una resolución con el transportista que ofreció una compensación parcial por el monto reclamado.
Si bien el acuerdo no cumplió completamente con el reclamo inicial, representó una recuperación significativa para la parte afectada. Además, el cliente expresó satisfacción con el acuerdo, reconociendo el enfoque útil adoptado para resolver el conflicto de manera eficiente. En última instancia, el caso sirvió como ejemplo de la importancia de la adaptabilidad y la negociación estratégica empleada.